Comencemos con un recorrido paso a paso por el proceso de mejorar una CPU de Intel. Usted debe ser consciente de dos puntos fundamentales antes de comenzar. Primero, las CPUs de Intel no tienen espigas; en vez de ello, las espigas están en el receptáculo. Es muy fácil de doblar accidentalmente una espiga en el receptáculo de la CPU cuando usted instala o quita un procesador de Intel, así que maneje la CPU con mucho cuidado. Segundo, usaremos el disipador de calor estándar de Intel que viene de fábrica con la CPU de Intel. Los tamaños de las piezas pertinentes pueden diferir para diferentes formatos de receptáculo, pero los procedimientos de extracción e instalación son los mismos para cada uno.
Rote a la izquierda los cuatro casquetes de montaje.
Tire suavemente de uno de los casquetes hacia arriba hasta que sienta que se desprende. Use un mínimo de fuerza para hacerlo. Repita la operación con los cuatro casquetes.
La CPU a veces está pegada al disipador de calor con un compuesto térmico, que ayuda a conducir el calor acumulado de la CPU a la superficie del disipador. Rote suavemente el procesador de un lado a otro (lo estará moviendo alrededor del eje vertical). Cuando lo haga, la CPU se irá zafando poco a poco. En algún momento el disipador de calor se desprenderá y usted podrá levantarlo.
Usted verá una palanca en el costado de la CPU. Empuje la palanca hacia abajo, tire de ella ligeramente hacia afuera y déjela que suba.
La cubierta del receptáculo se levantará ahora. Note que la cubierta del receptáculo para LGA 775 se abre en una dirección diferente a la de otros receptáculos de CPUs de Intel.
Una vez abierta la cubierta, tome suavemente la CPU por los bordes. Levántela directamente hacia arriba. No la deslice hacia un lado. Quizá tenga que inclinarla un poco para que salga debajo de la cubierta, pero trate de no hacerlo hasta que la CPU haya rebasado todas las espigas del receptáculo.
Ponga la CPU en un recipiente antiestático para almacenarla.
Sujete la nueva CPU sólo por los bordes y alinee las muescas existentes en los dos bordes opuestos de la CPU con las lengüetas que hay en el receptáculo. Baje suavemente el procesador hacia el receptáculo. No lo apriete.
Con la CPU en su lugar, enganche la cubierta del receptáculo.
Si el disipador de calor tiene un compuesto térmico viejo, quítelo con alcohol isopropílico y deje que se seque.
Ponga una cantidad minúscula de compuesto térmico sobre la superficie de la CPU. Espárzala sobre la superficie con un destornillador o con un cuchillo.
Rote las cubiertas del disipador de calor a la derecha y tire hacia arriba. Confirme que ninguna de las tachuelas esté doblada.
Alinee las cuatro tachuelas plásticas con los agujeros de montaje que hay en la tarjeta madre. Usted podrá sentir las cuatro tachuelas encajándose en los agujeros de montaje adecuadamente.
Sostenga el disipador de calor con una mano para mantenerlo nivelado. Empuje las cuatro tachuelas en orden diagonal hasta que cada una esté asegurada.
Sujete el conector del disipador de calor al ensamblaje.
Conecte cualquier cable o alambre que pueda haber quitado, o reinstale la tarjeta madre si la quitó al principio del proceso.
Tire suavemente de uno de los casquetes hacia arriba hasta que sienta que se desprende. Use un mínimo de fuerza para hacerlo. Repita la operación con los cuatro casquetes.
La CPU a veces está pegada al disipador de calor con un compuesto térmico, que ayuda a conducir el calor acumulado de la CPU a la superficie del disipador. Rote suavemente el procesador de un lado a otro (lo estará moviendo alrededor del eje vertical). Cuando lo haga, la CPU se irá zafando poco a poco. En algún momento el disipador de calor se desprenderá y usted podrá levantarlo.
Usted verá una palanca en el costado de la CPU. Empuje la palanca hacia abajo, tire de ella ligeramente hacia afuera y déjela que suba.
La cubierta del receptáculo se levantará ahora. Note que la cubierta del receptáculo para LGA 775 se abre en una dirección diferente a la de otros receptáculos de CPUs de Intel.
Una vez abierta la cubierta, tome suavemente la CPU por los bordes. Levántela directamente hacia arriba. No la deslice hacia un lado. Quizá tenga que inclinarla un poco para que salga debajo de la cubierta, pero trate de no hacerlo hasta que la CPU haya rebasado todas las espigas del receptáculo.
Ponga la CPU en un recipiente antiestático para almacenarla.
Sujete la nueva CPU sólo por los bordes y alinee las muescas existentes en los dos bordes opuestos de la CPU con las lengüetas que hay en el receptáculo. Baje suavemente el procesador hacia el receptáculo. No lo apriete.
Con la CPU en su lugar, enganche la cubierta del receptáculo.
Si el disipador de calor tiene un compuesto térmico viejo, quítelo con alcohol isopropílico y deje que se seque.
Ponga una cantidad minúscula de compuesto térmico sobre la superficie de la CPU. Espárzala sobre la superficie con un destornillador o con un cuchillo.
Rote las cubiertas del disipador de calor a la derecha y tire hacia arriba. Confirme que ninguna de las tachuelas esté doblada.
Alinee las cuatro tachuelas plásticas con los agujeros de montaje que hay en la tarjeta madre. Usted podrá sentir las cuatro tachuelas encajándose en los agujeros de montaje adecuadamente.
Sostenga el disipador de calor con una mano para mantenerlo nivelado. Empuje las cuatro tachuelas en orden diagonal hasta que cada una esté asegurada.
Sujete el conector del disipador de calor al ensamblaje.
Conecte cualquier cable o alambre que pueda haber quitado, o reinstale la tarjeta madre si la quitó al principio del proceso.
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